Mejore la calidad de su cosecha con luz ultravioleta

La luz ultravioleta es un tipo de radiación que emite el sol. La luz ultravioleta se divide en 3 longitudes de onda diferentes: UV-A, UV-B y UV-C. Debido a la atmósfera terrestre, la UVC no llega de forma natural a la tierra.

Durante la fase de crecimiento de la planta, la luz UV es esencial. Esta parte del espectro de luz favorece el crecimiento de las plantas. Cuando las plantas no reciben suficiente luz UV en la fase de crecimiento, la planta crece más alta para tener acceso a más luz. La energía que se destina al crecimiento vertical se resta al desarrollo de la zona radicular. Por lo tanto, al añadir luz en este espectro, las plantas podrán desarrollar una zona radicular más amplia y saludable. Esto permitirá que la planta absorba más agua y nutrientes. También ayudará a evitar que su planta se estire y cree entrenudos más cortos, creando una planta más corta y tupida.

Durante la fase de floración de la planta, la luz UV es aún más importante. Al igual que para los humanos, la radiación UV puede ser perjudicial para las plantas. Mientras que la piel humana puede protegerse utilizando un protector solar, las plantas producirán su propio protector solar para protegerse de la radiación UV potencialmente dañina. Cuando se expone a la radiación UV, la planta produce más aceites que actúan como un protector solar natural. Esto se hace en forma de producción extra de tricomas. Las plantas que no están expuestas a la radiación UV, como es el caso en la mayoría de los entornos de cultivo de interior, no recibirán este estímulo adicional.

La radiación UV-A y UV-B también ayudará a mejorar la resistencia de las plantas a los insectos, bacterias y diferentes tipos de hongos. Es un estímulo para la salud de tus plantas y puede proporcionar una mayor protección natural a tu valioso cultivo.

Añadir luz UV a su cultivo es una forma sencilla de aumentar orgánicamente la calidad de sus plantas y el rendimiento general de su cosecha.